El Perro Crestado Chino es una raza de tamaño pequeño conocida por su apariencia única y su temperamento afectuoso. Existe en dos variedades: la variedad sin pelo, que presenta una piel glabra con una cresta de pelo en la cabeza, la cola y las patas, y la variedad Powder Puff, que posee un pelaje suave y sedoso en todo el cuerpo.
Este perro es delgado y elegante, con una silueta esbelta. Su cabeza fina luce una cresta de pelo más o menos larga. Su cuerpo está bien proporcionado, con un pecho bien desarrollado y miembros finos pero musculosos.
La versión sin pelo tiene una piel suave y fina que requiere cuidados para evitar irritaciones. La variedad Powder Puff tiene un subpelo denso cubierto por un velo sedoso, que necesita cepillado regular para evitar los nudos.
Los machos y hembras miden entre 23 y 33 cm a la cruz y pesan entre 2 y 5 kg.
El Perro Crestado Chino es afectuoso, inteligente y juguetón. Está muy apegado a su dueño y puede ser desconfiado con los extraños. Aprecia la compañía y puede sufrir de ansiedad si se le deja solo por mucho tiempo.
Esta raza es generalmente robusta, pero la variedad sin pelo es propensa a irritaciones cutáneas y quemaduras solares. También puede estar predispuesta a problemas dentales.
Los cachorros son vivaces, juguetones y muy afectuosos. Necesitan una socialización temprana para evitar la timidez excesiva.
El precio de un cachorro varía entre 1.000 y 2.500 euros, dependiendo de su pedigrí y crianza.
El Perro Crestado Chino, conocido por su apariencia única y su temperamento afectuoso, es un perro inteligente pero a veces testarudo. Su educación requiere un enfoque suave, paciente y positivo para sacar lo mejor de sus capacidades.
Utiliza métodos de refuerzo positivo, como golosinas y elogios, para motivar a tu Perro Crestado Chino. Evita métodos demasiado estrictos, ya que esta raza puede ser sensible y reacia a la presión.
La socialización es esencial para que desarrolle un comportamiento equilibrado hacia los extraños y otros animales. Finalmente, estimula su inteligencia a través de juegos interactivos y actividades mentales, como rompecabezas para perros o cursos de agilidad adaptados a su tamaño.
