Los perros salvajes se refieren a los cánidos que viven en estado salvaje, sin domesticación, y que a menudo se caracterizan por comportamientos de caza y supervivencia adaptados a su entorno natural. Aunque todos pertenecen a la familia de los Canidae, los perros salvajes engloban diversas especies distribuidas en el género Canis (lobo gris, coyote, chacal), así como otros géneros como Lycaon (perro salvaje africano) y Cuon (dhole). A diferencia de los perros domésticos, estos animales han evolucionado para vivir en grupos o de forma solitaria, cazar presas salvajes y adaptarse a diversos entornos.
Los cánidos salvajes juegan un papel ecológico crucial al regular las poblaciones de presas y contribuir al equilibrio de los ecosistemas. Su comportamiento social varía: algunos, como los lobos o los lycaones, viven en manadas organizadas, mientras que otros, como los zorros, son más solitarios. A pesar de sus diferencias, todos estos animales comparten un agudo instinto de supervivencia y una gran adaptabilidad. Sin embargo, varias especies están hoy amenazadas, principalmente debido a la pérdida de hábitat, la hibridación con perros domésticos y la caza.