El Lobo de Honshu (Canis lupus hodophilax), también conocido como lobo japonés, era una subespecie de lobo gris endémica de las islas japonesas de Honshu, Shikoku y Kyushu. Extinto a principios del siglo XX, sigue siendo hoy una figura emblemática del folclore nipón y un símbolo de la biodiversidad perdida.
El Lobo de Honshu era el lobo más pequeño conocido, midiendo solo 50 a 60 cm a la cruz y pesando de 15 a 20 kg. Tenía un pelaje corto de color marrón rojizo con matices grises, una cola tupida y patas relativamente cortas. Su hocico era más corto que el de otros lobos, lo que le daba una apariencia ligeramente zorruna.
El Lobo de Honshu (Canis lupus hodophilax) pertenecía a la familia de los Cánidos. Aquí está su clasificación científica:
Esta subespecie era genéticamente distinta de otros lobos asiáticos y presentaba adaptaciones únicas a su entorno insular.
El Lobo de Honshu vivía principalmente en los bosques montañosos de las islas japonesas de Honshu, Shikoku y Kyushu. Su territorio se extendía desde las zonas costeras hasta las regiones alpinas, donde cazaba en el sotobosque denso. La expansión humana y la deforestación redujeron progresivamente su hábitat natural.
A diferencia de su primo el lobo gris, el Lobo de Honshu era más bien solitario o vivía en pequeños grupos familiares. Las observaciones históricas sugieren que era menos agresivo que otros lobos y generalmente evitaba los enfrentamientos con los humanos. Se comunicaba mediante aullidos característicos, más agudos que los de otros lobos.
El Lobo de Honshu era un carnívoro oportunista, alimentándose principalmente de ciervos Sika, jabalíes, liebres y pequeños roedores. Complementaba su dieta con bayas e insectos cuando la carne escaseaba. Su papel como depredador ápice ayudaba a regular las poblaciones de herbívoros en los bosques japoneses.
El Lobo de Honshu fue declarado extinto en 1905, víctima de varios factores:
Hoy en día, se realizan esfuerzos para preservar la memoria de esta especie y estudiar su papel ecológico perdido.
En el folclore japonés, el Lobo de Honshu (llamado Ōkami) ocupaba un lugar ambivalente:
Muchos santuarios sintoístas están dedicados a él, como el famoso Santuario Mitsumine en Saitama.
El Lobo de Honshu estaba genéticamente cerca de otras dos subespecies asiáticas:
Aunque fue declarado extinto, persisten observaciones no confirmadas:
Estos avistamientos, aunque no verificados científicamente, mantienen la esperanza romántica de una supervivencia secreta de la especie.