El Mastiff es una raza de perro inglesa famosa por su tamaño masivo, impresionante fuerza y temperamento protector. Históricamente utilizado como perro guardián y para la caza, esta raza ahora es valorada como un compañero leal en muchos hogares.
El Mastiff es una de las razas de perro más grandes, con una estatura imponente. Los machos miden típicamente entre 70 y 80 cm a la cruz, mientras que las hembras son un poco más pequeñas. Su peso puede variar de 50 a 100 kg o más, lo que los convierte en animales poderosos. Su cabeza ancha, con un hocico corto, es una de sus características más distintivas.
El pelaje del Mastiff es corto y denso, proporcionando protección contra los elementos. Los colores del pelaje pueden variar, desde leonado hasta atigrado e incluso negro. Se requiere un mantenimiento mínimo, aunque el cepillado regular ayuda a eliminar el pelo muerto.
Los Mastines machos promedian entre 75 y 80 cm de altura, mientras que las hembras miden entre 65 y 75 cm. Su peso puede alcanzar hasta 100 kg, con individuos particularmente grandes que superan este límite. Su gran tamaño y musculatura les confiere una fuerza física impresionante.
El Mastiff es conocido por su temperamento amable y protector. Aunque puede ser reservado con los extraños, es extremadamente leal y cariñoso con su familia. Esta raza necesita socialización temprana para asegurarse de que se convierta en un compañero bien equilibrado. Debido a su tamaño, requiere suficiente espacio para moverse libremente.
El Mastiff es generalmente saludable, pero, como muchas razas grandes, puede ser propenso a problemas de salud como la displasia de cadera y problemas cardíacos. Se recomienda una dieta equilibrada y chequeos veterinarios regulares para mantener su salud. Los mastines también tienden a ganar peso, por lo que es importante monitorear su dieta y nivel de actividad.