El Pastor de Anatolia, también conocido como Kangal, es una raza de perro guardián poderosa e imponente originaria de la región de Anatolia en Turquía. Conocido por su lealtad, valentía e instintos protectores, este perro se utiliza principalmente para la protección del ganado contra los depredadores. El Pastor de Anatolia es muy valorado por su capacidad para trabajar de manera independiente y su gran resistencia física.
El Pastor de Anatolia es un perro de gran tamaño, bien musculado y robusto. Los machos miden generalmente entre 74 y 81 cm a la cruz, mientras que las hembras miden entre 71 y 79 cm. Su peso varía de 50 a 65 kg para los machos y de 40 a 55 kg para las hembras. Este perro posee un cuerpo poderoso con un pecho ancho y profundo, una espalda recta y extremidades fuertes y bien alineadas. Su cabeza es ancha y proporcionada, con un hocico cuadrado y fuerte. Los ojos son de tamaño medio, en forma de almendra y de color marrón oscuro, expresando una mirada seria y atenta. Las orejas son de tamaño medio, en forma de V y caen naturalmente a los lados de la cabeza.
El pelaje del Pastor de Anatolia es doble, con un subpelo denso y un pelo de cobertura corto a medio, recto y grueso. El color del pelaje varía, siendo los más comunes el leonado, el sable y el atigrado, a menudo con una máscara negra. Este pelaje ofrece una excelente protección contra el clima adverso y las temperaturas extremas. Se requiere un mínimo de cuidado, con cepillados regulares para eliminar el pelo muerto y mantener la salud del pelaje.
En términos de personalidad, el Pastor de Anatolia es conocido por sus instintos protectores, independencia y lealtad hacia su familia. Es naturalmente desconfiado de los extraños y puede ser territorial, lo que lo convierte en un excelente perro guardián. Este perro también es inteligente y capaz de tomar decisiones independientes, una cualidad esencial para la protección del ganado. Aunque generalmente es tranquilo y sereno, el Pastor de Anatolia necesita una socialización temprana y un entrenamiento firme pero gentil para integrarse bien en un entorno familiar. Es muy apegado a su familia y puede ser afectuoso con los niños, pero requiere mucho espacio y ejercicio para mantenerse feliz y equilibrado.
El Pastor de Anatolia es generalmente una raza robusta, pero como todos los perros, puede ser propenso a ciertos problemas de salud. Entre las afecciones más comunes se encuentran la displasia de cadera, los problemas articulares y algunas enfermedades oculares. Una dieta equilibrada, cuidados veterinarios regulares y una actividad física adecuada son esenciales para mantener la salud general del perro. Debido a su gran tamaño, es importante vigilar los signos de problemas articulares y mantener un peso corporal adecuado.
