El Husky de Sajalín es un perro robusto y musculoso, con un pelaje denso y grueso que lo protege de las temperaturas extremas. Su apariencia es similar a la de un perro de trineo, con una cabeza ancha, ojos almendrados y una expresión atenta.
El pelaje del Husky de Sajalín es denso, con una capa interna espesa y un pelaje exterior liso. Puede ser de diferentes colores, desde gris hasta blanco, pasando por tonalidades de arena o negro. Este pelaje le ayuda a soportar las condiciones climáticas frías.
El Husky de Sajalín mide entre 50 y 60 cm a la cruz y pesa entre 20 y 30 kg. Es un perro de tamaño mediano a grande, perfectamente adaptado para actividades de trabajo.
El Husky de Sajalín es un perro enérgico, independiente e inteligente. Aunque es naturalmente distante con los extraños, es extremadamente leal y afectuoso con su familia. Este perro necesita mucho ejercicio y un entorno estimulante para evitar el aburrimiento.
El Husky de Sajalín generalmente goza de buena salud, pero puede ser propenso a ciertas enfermedades genéticas, como la displasia de cadera o problemas oculares. Una alimentación equilibrada, ejercicio regular y visitas veterinarias periódicas son esenciales para mantener su salud.
Los cachorros de Husky de Sajalín son ágiles, curiosos y llenos de energía. Desde una edad temprana, muestran un carácter fuerte y gran independencia, pero siguen siendo adorables y muy apegados a su familia.
El precio de un cachorro de Husky de Sajalín puede variar según el criadero, la línea genética y los cuidados previos. En promedio, el costo varía entre 800 y 1500 euros.