El Perro de Agua Irlandés es una raza de perro de tamaño mediano originaria de Irlanda, conocida por sus habilidades excepcionales en la caza, especialmente en la recuperación de piezas. Este perro también es valorado por su personalidad afectuosa e inteligencia. A menudo se utiliza en actividades relacionadas con el agua debido a su pelaje resistente al agua y sus habilidades naturales para nadar.
El Perro de Agua Irlandés es un perro robusto y bien proporcionado. Su cabeza es de tamaño medio con un cráneo ligeramente redondeado y un hocico poderoso. Sus ojos son almendrados, de color avellana, y expresan una inteligencia vivaz. Las orejas son largas, colgantes y cubiertas con pelo rizado. El cuerpo es compacto, con un pecho profundo y una musculatura bien desarrollada. Las patas son sólidas, adaptadas para nadar y recorrer terrenos variados.
Los machos miden entre 53 y 61 cm a la cruz, mientras que las hembras miden entre 51 y 58 cm. El peso promedio varía entre 22 y 30 kg, dependiendo de la edad, el sexo y la condición física del perro.
El pelaje del Perro de Agua Irlandés es denso, grueso y ligeramente ondulado, proporcionando una excelente protección contra el agua. Generalmente es de color castaño, con tonalidades que van desde el castaño claro hasta el marrón oscuro. El pelaje es resistente al agua y requiere mantenimiento regular para evitar enredos y mantenerlo en buen estado. Se recomienda un cepillado frecuente para mantener el pelaje.
El Perro de Agua Irlandés es conocido por su temperamento afectuoso, inteligente y enérgico. Es extremadamente leal a su familia y se lleva bien con niños y otros animales. Este perro es muy activo y necesita ejercicio regular para mantenerse saludable. Destaca en actividades como la recuperación de piezas, la natación y otros deportes caninos. Su naturaleza entusiasta y su deseo de complacer lo convierten en un excelente compañero para familias activas.
En general, el Perro de Agua Irlandés es una raza robusta, pero puede ser propenso a ciertos problemas de salud, como la displasia de cadera y afecciones oculares como las cataratas. Exámenes veterinarios regulares, una dieta equilibrada y ejercicio adecuado son esenciales para mantener su salud general.
