El Podenco Ibicenco es una raza de perro originaria de las Islas Baleares, España. Tradicionalmente utilizado para la caza, especialmente de conejos, este perro es conocido por su agilidad, velocidad y su desarrollado sentido del olfato. Su personalidad juguetona y enérgica también lo convierte en un excelente compañero para familias activas.
El Podenco Ibicenco es un perro de tamaño mediano a grande, con una altura de entre 60 y 72 cm a la cruz para los machos, y de 57 a 67 cm para las hembras. Su peso varía entre 20 y 29 kg. Su cuerpo es delgado y elegante, con patas largas y musculosas que le permiten correr a gran velocidad. Su hocico es alargado, sus orejas son grandes y erguidas, y sus ojos en forma de almendra le dan una expresión vivaz y alerta.
El Podenco Ibicenco tiene dos tipos de pelaje: liso y duro. En ambos casos, su pelo es corto y requiere poco mantenimiento. Los colores de pelaje más comunes son el blanco y el rojo, a menudo combinados, aunque también pueden ser de un solo color. Un cepillado regular es suficiente para mantener el pelaje en buenas condiciones.
Los machos suelen medir entre 60 y 72 cm a la cruz, mientras que las hembras son ligeramente más pequeñas, entre 57 y 67 cm. Su peso oscila entre 20 y 29 kg. El Podenco Ibicenco es un perro muy musculoso y atlético, diseñado para la velocidad y la resistencia.
El Podenco Ibicenco es un perro independiente e inteligente, con una fuerte voluntad. Aunque puede ser reservado con los extraños, es muy afectuoso con su familia. Es un perro activo que necesita mucho ejercicio para mantenerse feliz y saludable. Debido a su instinto cazador, puede distraerse con pequeños animales, pero una buena socialización desde una edad temprana puede ayudarle a convivir bien con otras mascotas.
El Podenco Ibicenco generalmente goza de buena salud, con una esperanza de vida media de entre 12 y 14 años. Sin embargo, como muchas razas, puede ser propenso a ciertas afecciones hereditarias, como problemas en las articulaciones y enfermedades autoinmunes. Las visitas regulares al veterinario son esenciales para controlar su estado de salud.