El Kishu es una raza de perro originaria de Japón, especialmente de la región de Kishu. Es especialmente conocido por su lealtad, inteligencia y habilidades de caza. Este perro se ha utilizado tradicionalmente para cazar presas, incluidos ciervos y jabalíes.
El Kishu es un perro de tamaño medio, que generalmente mide entre 45 y 60 cm a la cruz. Tiene una apariencia atlética y bien proporcionada, con una cabeza en forma de cuña y un hocico moderadamente largo. Sus ojos son almendrados y su expresión es vivaz y atenta. Sus orejas son erectas y de tamaño medio, y su cola generalmente se enrolla sobre su espalda.
El pelaje del Kishu es corto a medio, denso y resistente a las inclemencias del tiempo. Puede presentarse en varios colores, incluidos blanco, rojo, atigrado o una mezcla de estos tonos. El pelaje requiere poco mantenimiento, pero se recomienda un cepillado regular para eliminar el pelo muerto y mantener el pelaje saludable.
Los machos generalmente miden entre 55 y 60 cm, mientras que las hembras son ligeramente más pequeñas, midiendo entre 45 y 55 cm. Su peso varía entre 20 y 30 kg, dependiendo de su condición física. El Kishu está bien musculado, lo que le permite ser ágil y rápido durante la caza.
El Kishu es un perro inteligente, independiente y leal. Se apega fuertemente a su familia y puede ser reservado con los extraños. Aunque es naturalmente protector, requiere socialización temprana para interactuar correctamente con otros animales y personas. Este perro es activo y necesita ejercicio regular para mantenerse feliz y saludable.
El Kishu es generalmente saludable, pero como todas las razas, puede ser propenso a ciertas enfermedades hereditarias. Los chequeos veterinarios regulares y una dieta equilibrada son esenciales para mantener su salud y vitalidad. También se necesita suficiente actividad física para evitar el aburrimiento y la obesidad.