El Pastor de Karst, también conocido como Karst Shepherd o Kraški Ovčar, es una raza de perro pastor originaria de la región del Karst, en Eslovenia. Este perro se ha utilizado durante siglos para cuidar el ganado y proteger las granjas. Es conocido por su resistencia, inteligencia y lealtad.
El Pastor de Karst es un perro de tamaño mediano, bien proporcionado y robusto. Los machos suelen medir entre 57 y 63 cm a la cruz, mientras que las hembras miden entre 54 y 60 cm. Su peso varía de 30 a 42 kg para los machos y de 25 a 37 kg para las hembras. Este perro tiene un cuerpo musculoso con huesos sólidos, un pecho profundo y extremidades fuertes. Su cabeza es proporcional a su cuerpo, con un cráneo ligeramente abovedado y un hocico poderoso. Los ojos son de tamaño medio, en forma de almendra y de color marrón oscuro, expresando una mirada suave e inteligente. Las orejas son de tamaño medio, triangulares y cuelgan naturalmente cerca de los lados de la cabeza.
El pelaje del Pastor de Karst es de doble capa, con un subpelo denso y una capa exterior larga y gruesa. Este pelaje proporciona una excelente protección contra las inclemencias del tiempo. El color del pelaje es generalmente gris hierro, con tonos más claros en el vientre, las extremidades y la cola. Es necesario un cepillado regular para mantener el pelaje limpio y evitar enredos.
En cuanto a la personalidad, el Pastor de Karst es conocido por su temperamento equilibrado, valiente y leal. Está muy apegado a su familia y muestra una gran vigilancia cuando se trata de proteger su territorio y a sus seres queridos. Este perro generalmente es reservado con los extraños, pero es afectuoso y devoto con los miembros de su familia. Debido a su fuerte instinto protector, la socialización temprana y el entrenamiento constante son esenciales para desarrollar un comportamiento equilibrado y obediente.
El Pastor de Karst es generalmente una raza robusta, pero como todos los perros, puede ser propenso a ciertos problemas de salud. Los problemas de salud comunes incluyen la displasia de cadera y algunas enfermedades hereditarias. Una dieta equilibrada, cuidados veterinarios regulares y una actividad física adecuada son esenciales para mantener una salud óptima. También es importante vigilar el pelaje para prevenir parásitos e infecciones.
