El Pastor Rumano de los Cárpatos es una raza antigua que ha protegido rebaños en las montañas rumanas durante mucho tiempo. Conocido por su valentía e instinto protector, este perro es un verdadero símbolo de la región de los Cárpatos.
El pelaje del Pastor Rumano de los Cárpatos es denso y recto, proporcionando protección contra las duras condiciones climáticas de la montaña. Los colores del pelaje varían desde el leonado hasta el gris lobo, a menudo con una máscara más oscura en la cara. Un macho adulto pesa entre 32 y 45 kilogramos, mientras que una hembra pesa entre 25 y 35 kilogramos. La altura a la cruz es de entre 65 y 73 centímetros para los machos y de entre 59 y 67 centímetros para las hembras.
El Pastor Rumano de los Cárpatos se utiliza tradicionalmente como perro guardián y para la protección del ganado. Sus cualidades incluyen:
Su potente ladrido y su apariencia imponente lo convierten en un excelente disuasivo contra intrusos.
Leal y cariñoso con su familia, puede ser un buen compañero doméstico.
Aunque no es el más ágil, puede participar en actividades deportivas adecuadas a su fuerza.
Todavía se utiliza en áreas rurales para la protección de rebaños.
Este perro no se utiliza comúnmente como perro de caza o de terapia, pero sobresale en roles que requieren coraje y lealtad.